domingo, 20 de febrero de 2011

¿Y por qué ELEFANTES?

Era noviembre, ya adaptados y adaptadas, veíamos como las clases de los mayores (de 4 y de 5) ya tenían nombre para su clase y venían a clase a preguntarnos cómo nos llamábamos. Teníamos que tener un nombre. Les expliqué que íbamos a hacer una votación…¿una qué?...Les dije que tenían que pensar en un animal que les gustase mucho mucho y que les apeteciese como nombre para nuestra clase. Recordamos el nombre del resto de las clases de infantil: las tortugas, las gallinas, las mariposas y los hipopótamos (la otra clase de tres años aún no habían elegido el suyo. Acabaron siendo la clase de los gatos). Pero no podíamos llamarnos igual que ellos porque sino sería un lío…¿os imagináis cuando maribel os llame en el patio para hacer la fila, si viniesen también los otros niños y niñas de otra clase?...Fueron diciendo nombres y fui apuntándolos en la pizarra. En clase teníamos un trenecito con unos animales subidos en los vagones y casualmente (obviamente, no) salieron esos animales como posibles candidatos. Paralelamente, salieron otros dos animales. Los posibles nombres acabaron siendo: jirafas, perros, monos, conejos, elefantes, peces y patos. Les expliqué que para hacer esta votación, sólo podían levantar una vez la mano y que por eso tenían que pensar de todos los animales cuál era su favorito, el que más le gustaba. Algún despistado o indeciso intentó votar dos veces…Finalmente, los más votados fueron: Elefantes y peces (con 6 y 5 votos, respectivamente). Y así es como comenzó nuestra historia como Elefantes y elefantas de 3 años. Ese mismo día, para acabar la clase, les conté otro cuento mágico, con muchas pestañas para abrir y cerrar y muchas sorpresas por descubrir. Ese cuento les gustó especialmente porque de alguna forma se vieron identificados: el protagonista era un elefante multicolor. ¿Su nombre? Elmer.

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