miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Otra vez?

Desde que comenzamos las clases y les pregunté: ¿Queréis que os lea un cuento? y ellos fueron pidiendo cuentos del año pasado, no hay manera: cada día hay que leer uno...y yo les digo: ¿Otra vez? ¿de verdad que queréis que lo lea otra vez? y todos, casi al unísono contestan: ¡SIIII!...y lo mejor: aún no lo he acabado, oigo una vocecita timidilla: otra vez, Maribel, otra vez...Pero bueno...;)
Justo hoy "ha caido en mis manos" (¿casualidad? no creo) un artículo que se llama "La rutina de leer cuentos" y me ha parecido interesante compartirlo con vosotras y vosotros y estrenar un nuevo apartado en el blog que he pensado llamarlo "Cosas interesantes" y ahí iré colocando aquellas cosas, como el propio nombre indica, que considero interesantes para vosotros, para mí,...para la evolución y el desarrollo de estos elefantes y elefantas...la gran manada. También espero vuestras peticiones.
Resumiendo el artículo, encontramos:
- Leer cuentos a diario y un comienzo precoz cuando tienen dos años, les proporciona un acercamiento y exposición al lenguaje formal de los libros y al texto escrito que los motiva para aprender y los condicionará para aprendizajes posteriores.
- Les gusta escuchar diversas veces el mismo cuento. La repetición del mismo cuento les ayuda a: cuando la historia es familiar la memorizan, pueden reexplicarla, pueden recordar y comentar cosas respecto a los personajes y los acontecimientos, pueden llegar a reconocer y recordar los títulos y los temas, pueden anteciparse a los acontecimientos que van a pasar, participar más interactivamente en la lectura y de esta manera, llegar a entender la historia más profundamente.¿Todo bueno o muy bueno, verdad?
A la pregunta, ¿cuántas veces se acostumbra a repetir el mismo cuento? Los estudios sobre lectura compartida indican que la frecuencia de repetición varia entre dos y tres veces como mínimo. (Así que ya está claro: el año que viene a repetir los cuentos...los de 3 y los de 4 años).
Una cosa está clara: el CUENTO es un recurso lúdico, didáctico, necesario, muy útil y que les ayuda a desarrollar muchos aspectos, entre otros: el desarrollo de la imaginación y el gusto por el lenguaje escrito.
Y, llegado a este punto,...sólo me falta añadir: ¡Y, cuento contado, ya se ha acabado y un aplauso para quiénes lo han escuchado!





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